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Avances en inmunoterapia para enfermedades hematológicas en la Clínica Universidad de Navarra

La fragilidad de los pacientes hematológicos, inmunodeprimidos o trasplantados hace necesaria la máxima prevención de posibles enfermedades, virus o contagios

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Las nuevas terapias inmunoefectoras, con anticuerpos biespecíficos y células CAR-T suponen un gran avance en el abordaje de las enfermedades hematológicas. El equipo profesional del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) participa activamente en los ensayos clínicos que están desarrollando estos tratamientos y los aplica en la práctica habitual en las indicaciones ya aprobadas.

Ante todos estos tratamientos, la prevención de infecciones es una prioridad de los especialistas, por el cuidado que estos pacientes requieren a causa de sus bajas defensas. El Dr. Carlos Grande, coordinador del Área de Cáncer Hematológico del CCUN, ha explicado que, “en los nuevos procedimientos de inmunoterapia, los anticuerpos biespecíficos juegan un rol fundamental, sobre todo en las terapias contra el linfoma y el mieloma, que requieren una especial vigilancia por la inmunosupresión que pueden inducir estos tratamientos”. 

Es por esto que la prevención de los efectos secundarios de estas terapias es uno de los principales objetivos de las enfermeras del CCUN especializadas en esta área. Para ello, implementan una educación sanitaria clave dentro del tratamiento de la enfermedad de los pacientes: les enseñan a evitar infecciones con hábitos sencillos como el uso de mascarilla y el lavado de manos, así como la relevancia de chequeos constantes y de que sus familias también se cuiden. Las enfermeras son las encargadas de preparar al paciente ante posibles riesgos, protegiéndolo adecuadamente durante todo el tratamiento a través de distintas herramientas como la vacunación correspondiente y el desarrollo de pruebas y de cuestionarios que permiten identificar cómo está recibiendo el tratamiento y los medicamentos, además de cuidarse ellas mismas mediante vacunas, higiene y mascarillas.

Este cuidado riguroso amplía la efectividad de los tratamientos e impacta positivamente en la disminución de las recaídas y del número de infecciones, lo que su vez evita que el paciente deba volver a la Clínica. Se crea, así, un entorno seguro que le brinda mayor autonomía en el cuidado de su enfermedad, y genera una confianza vital en el paciente y en su familia en la seguridad de su salud.  

“La respuesta de los pacientes es muy buena y aumenta su seguridad. Les ayudamos a evitar miedos infundados y les aclaramos dudas del día a día. Les concienciamos con información y educación en salud, porque eso ayuda a que se hagan líderes de su propia prevención de infecciones y puedan evitarlas. Esa comunicación con los pacientes facilita el cuidado y ha sido clave en la atención que les damos para el bien de su salud”, ha señalado la enfermera Marta Cassany.

Un eje clave en la atención de este tipo de pacientes radica en una vacunación adecuada y completa. “Fomentamos que los pacientes hematológicos tengan todas las vacunas que necesitan, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas en las que se asienta este hospital con dos sedes”, ha destacado el Dr. Grande. Marta Cassany ha agregado que la mayoría de estas vacunas, como las de la gripe, el neumococo y el herpes zóster, se relaciona con la prevención de infecciones en pacientes hematológicos.

Las enfermeras especializadas en oncohematología desarrollan, además, distintas pruebas para la prevención, como la dispensación de medicación profiláctica y el despistaje de infecciones latentes como la tuberculosis y la hepatitis B. También se realizan atenciones personalizadas a pacientes extranjeros, una tarea que cuenta con la colaboración del Servicio de Enfermedades Infecciosas de la Clínica.

La fragilidad de los pacientes hematológicos, inmunodeprimidos o trasplantados hace necesaria la máxima prevención de posibles enfermedades, virus o contagios. Por esta razón, la protección del entorno familiar de cada paciente y de sus cuidadores también es fundamental. “La vacuna no tiene la misma efectividad si el contexto que rodea al paciente no es una burbuja de protección. Aconsejamos a los familiares que se vacunen y que tomen una serie de medidas profilácticas diarias que mejoran la respuesta de los pacientes, como el uso de la mascarilla fuera del hogar, en el supermercado o en el transporte público”, ha comentado Pilar Iglesias, enfermera y gestora del Área de Cáncer Hematológico del CCUN.

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