Este 28 de enero se cumplen cuatro décadas desde que 45 de las voces más destacadas de la música se reunieron en un estudio de Los Ángeles para grabar "We Are the World", un himno que trascendería generaciones y fronteras. Lo que comenzó como una respuesta a la devastadora hambruna en Etiopía se convirtió en un fenómeno cultural que recaudó millones para ayuda humanitaria y dejó una huella indeleble en la historia de la música pop.
La chispa que encendió este proyecto sin precedentes fue el activista y artista Harry Belafonte. Inspirado por el éxito de "Do They Know It's Christmas?" en el Reino Unido, Belafonte vislumbró una iniciativa similar en Estados Unidos, pero con un giro crucial: quería asegurar una fuerte presencia de artistas afroamericanos.
Ken Kragen, un reconocido manager de la industria musical, se encargó de materializar esta visión. Con la colaboración de Lionel Richie y el genio productor Quincy Jones, el proyecto comenzó a tomar forma. Michael Jackson se unió a Richie para componer la canción que se convertiría en el himno de una generación.
Una noche para la historia
La grabación tuvo lugar en un ambiente de camaradería y propósito compartido. Los artistas dejaron sus egos en la puerta del estudio A&M, como lo indicaba un cartel a la entrada. Desde leyendas como Bob Dylan y Ray Charles hasta estrellas en ascenso como Cyndi Lauper, todos se unieron por una causa mayor que ellos mismos.
El proceso no estuvo exento de desafíos. Bob Dylan luchó con su parte hasta que Stevie Wonder lo ayudó a encontrar el tono adecuado Sheila E, inicialmente invitada con la esperanza de que Prince se uniera, se sintió decepcionada al darse cuenta de que su presencia era más una estrategia que una invitación genuina.
"We Are the World" fue un éxito instantáneo. En solo tres días, vendió 800,000 copias. Más allá de las cifras impresionantes, la canción logró algo extraordinario: unir a artistas de diversos géneros y estilos en un mensaje de solidaridad global.
El impacto de "We Are the World" se extendió mucho más allá de las listas de éxitos. Inspiró una ola de iniciativas benéficas en la industria musical, desde Farm Aid hasta "Sun City" contra el apartheid. La fundación USA for Africa, creada a raíz de este proyecto, ha recaudado cerca de 150 millones de dólares hasta la fecha.
Cuarenta años después, "We Are the World" sigue siendo un testimonio del poder de la música para inspirar cambios. En un mundo que enfrenta nuevos desafíos globales, la pregunta surge: ¿podría un proyecto similar tener el mismo impacto hoy?
En un era de redes sociales y colaboraciones virtuales, el espíritu de "We Are the World" permanece como un recordatorio de lo que es posible cuando los artistas unen sus voces por una causa común. Cuatro décadas después, su mensaje resuena con una claridad renovada: somos el mundo, somos los niños, y juntos podemos hacer un día más brillante.
