Este miércoles la plantilla de Hacienda ha realizado la primera huelga de la historia en Navarra. Según han informado los sindicatos (el gobierno no ha aportado todavía cifras oficiales)l ha alcanzado un seguimiento generalizado, paralizando prácticamente la actividad diaria en los días finales de la campaña de la renta 2023.
Esta acción, que es el clímax de semanas de movilizaciones, refleja en opinión de los sindicatos el "hastío" y la determinación de la plantilla, que ha mostrado una unidaden la lucha por mejorar sus condiciones laborales y defender unos servicios públicos de calidad.
La unanimidad de la Comisión de Personal al secundar este ciclo de movilizaciones subraya el descontento profundo entre los trabajadores y trabajadoras de la Hacienda Foral. La multitud que se ha reunido hoy demuestra una voluntad firme de elevar el tono, movilizarse y exigir ser escuchados. Las reivindicaciones del personal se centran en cuatro ejes principales: extender el complemento de productividad a todo el personal para reconocer su contribución en la lucha contra el fraude y acabar con la discriminación interna, aliviar las cargas de trabajo para garantizar la salud de la plantilla, reducir la temporalidad, y reforzar con más efectivos los servicios de Atención al Contribuyente e Inspección, poniendo fin a la externalización del servicio telefónico a TRACASA.
La parte sindical asegura que "desde que se convocó la huelga, la Dirección de la Hacienda Foral no ha dado señales de querer dialogar, hecho que ha generado un mayor descontento entre los trabajadores" y abundan a que "la reunión programada para este viernes con el consejero ya estaba prevista antes de la convocatoria de huelga, lo que ha sido percibido por la plantilla como una falta de voluntad negociadora por parte de la Dirección".
Con todo, adiverten que acudirán a esta reunión "con un objetivo claro: reclamar un proceso de negociación real y efectivo para abordar sus peticiones".