La zona mantendrá su carácter peatonal y no accesible al tráfico de vehículos
Sarriguren, 10 de febrero
Tras la paralización de las obras de urbanización del Pueblo viejo de Sarriguren debido a los problemas de la constructora adjudicataria de la misma, Arian, este mes de febrero se han retomado las mismas a cargo de la segunda empresa del concurso que aceptó el encargo de Nasuvinsa.
Durante estos días, una excavadora ha comenzado a limpiar el terreno para que, durante los próximos meses, la urbanización del Pueblo Viejo de Sarriguren convierta a esta zona fundamental de la Ecociudad en un lugar de encuentra para vecinas y vecinos.
Nasuvinsa sacó a concurso las obras del Pueblo Viejo en octubre de 2015 por más de un millón de euros tras consolidar los cuatro edificios antiguos que existen. La zona mantendrá su carácter peatonal y no accesible al tráfico de vehículos.
Pueblo Viejo de Sarriguren
Este plan contempla la creación de tres muros de hormigón y mampostería, utilizando parte los bloques de piedra procedentes de las demoliciones efectuadas en el Pueblo Viejo, de con una altura máxima de tres metros, uno en la zona sur que servirá de apoyo a la rampa de acceso al pueblo, otro para sostenimiento de la calle anexa a la plaza delante del edificio 1-5 y otro de sostenimiento plataforma de la plaza de la iglesia.
Se prevé también una escalera en el acceso a la zona histórica desde el lado este y que posibilita el acceso a la plaza sur desde ese lado. El modelo elegido para las luminarias es el Platea de Iguzzini.
La superficie de actuaciones es aproximadamente de 13.500 m² que se encuentran rodeados del parque central de Sarriguren y, éste a su vez, de edificios residenciales.
La zona comprende 4 edificios existentes (la antigua iglesia y 3 edificios recientemente consolidados estructuralmente), así como una parcela sin edificación, subraya el pliego. Por otro lado, los restos arqueológicos hallados en la iglesia de Santa Engracia se encuentran enterrados en la parte delante del templo.
Estas actuaciones pondrán punto final a unas de las demandas más solicitadas por vecinas y vecinos de Sarriguren.








