Los sindicatos STEILAS, LAB, CCOO y ELA, convocantes de la huelga en la Educación Pública del próximo 30 de enero, han confirmado este miércoles en rueda de prensa que la movilización se mantiene debido a lo que consideran una actitud de bloqueo por parte del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra.
«El Departamento sigue cerrado a la negociación», han señalado las organizaciones sindicales en un comunicado, criticando que no ha habido ningún avance significativo desde las huelgas previas de este curso. Los sindicatos insisten en que sus reivindicaciones están centradas en «la mejora de las condiciones laborales del profesorado y de la calidad de la educación pública», pero lamentan que no ha habido voluntad real de diálogo.
Según han recordado, el consejero de Educación, Carlos Gimeno, asegura que el acuerdo firmado en noviembre con tres sindicatos minoritarios «está totalmente cerrado» y que «no hay margen de mejora más allá de lo recogido en el acuerdo». Frente a esta postura, los convocantes de la huelga se preguntan: «¿Para qué sentarse a firmar un pacto que no suponga mejoras? No formaremos parte de una herramienta cosmética para lavar la imagen del Departamento».
Los sindicatos han pedido que se convoque el Comité de Huelga, una comisión negociadora que, según subrayan, «es fundamental para alcanzar acuerdos reales». Critican que el consejero Gimeno no haya tomado en serio este mecanismo: «El Departamento no ha convocado el Comité de Huelga desde los años noventa, según dice Gimeno, pero lo cierto es que estuvimos sentados en esa comisión el 17 de marzo de 2023, a las puertas de la huelga del 3 de abril. Señal de la escasa memoria histórica del señor consejero o, quizá, de la poca importancia que da a la negociación».
Asimismo, han denunciado que la Mesa Sectorial mantenida ayer tampoco ha supuesto avances. «En lugar de ver avances, vemos cómo se perpetúa la falta de voluntad negociadora de este Departamento», han lamentado, reafirmando que «la movilización es imprescindible» para defender la educación pública y las condiciones laborales del profesorado.
Los sindicatos también han cuestionado la fecha límite del 14 de abril para la firma de un pacto educativo, indicando que no aceptarán presiones en los procedimientos ni en los contenidos. «Tomar medidas que puedan mejorar las condiciones del profesorado para el próximo curso puede ser factible si hubiera voluntad real para ello», han asegurado.
La huelga del 30 de enero sigue adelante como una protesta «contra un acuerdo firmado en minoría y que consideramos totalmente antidemocrático». Los convocantes llaman a la movilización como una herramienta para «seguir luchando por la educación pública por encima de cualquier estrategia mediática y de intento de confusión».