Pamplona Actual

Cantan una jota contra la turistificación en la procesión de San Fermin

El colectivo, parte integrante de Kontseilu Sozialista Iruñerria, ha querido denunciar mediante esta acción “las consecuencias que tiene el negocio turístico"

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Este 7 de julio, la procesión de San Fermín ha recorrido las calles de Pamplona entre canciones, jotas y aplausos. Pero también hay quien ha aprovechado la ocasión para la denuncia política, como el Sindicato Socialista de Vivienda de Iruñerria. Desde un balcón situado frente al Civivox Condestable, desde donde hace años Los Amigos del Arte cantaban sus míticas jotas el día de la procesión, una joven ha cantado una jota reivindicativa ante el paso de la procesión por la calle Mayor del Casco Viejo. 

Emulando la famosa jota “Que hizo a San Fermín llorar”, esta mujer ha cantado, acompañada por un acordeonista, una jota con los siguientes versos: “Me hizo en San Fermín llorar / Se oyó en casa una llamada / Me hizo en San Fermín llorar / Me llamaba mi casero / Que del piso he de marchar / Más ganancias con turistas / Por eso nos quieren echar”. El Sindicato Socialista de Vivienda, organizador de esta acción de denuncia, ha manifestado que su intención era “visibilizar las consecuencias que tiene el negocio turístico en el acceso a la vivienda por parte de la clase trabajadora”. Unas consecuencias que, según dicen, se agravan en los Sanfermines, “como demuestra la proliferación de contratos de alquiler de temporada que obligan a los inquilinos a dejar la casa durante las fiestas para que el casero pueda extraer más beneficios alquilando su vivienda a turistas”; y, del mismo modo, “se puede apreciar también en la expulsión de varias personas y familias de los recursos habitacionales de emergencia de Pamplona, como son los albergues y hoteles”.

Precisamente, este hecho ha sido recientemente denunciado por el Sindicato Socialista de Vivienda de Iruñerria junto con el Sindicato de Vivienda Haritu. Los miembros del Sindicato han añadido que “las consecuencias del negocio de la vivienda y el turismo, en realidad, van más allá de estas fechas, y muestra de ello son los constantes aumentos de precios y la expulsión de la población más empobrecida de determinados barrios”, para terminar apuntando que “debemos organizarnos para hacer frente a este negocio turístico que nos empobrece”.

Por otra parte, desde el balcón colgaba una pancarta en la que se podía leer “Zer elkarbizitza, zuen negozioa bada gure etxebizitza?” (¿Qué convivencia, si es vuestro negocio nuestra vivienda?). Este mensaje hace referencia al “Manifiesto por la convivencia en Sanfermines” promovido por el Ayuntamiento de Pamplona. En opinión del Sindicato, en nombre de la convivencia se está pretendiendo “establecer cuándo y cómo es legítima la reivindicación y cuándo no, y eso no es admisible”. Explican que “nos hablan de respetar derechos y libertades, pero las vulneraciones de derechos son el pan de cada día para el proletariado, que sufre los abusos y la impunidad de empresarios, rentistas, policías y políticos profesionales en Sanfermines y más allá de estas fechas”. En ese sentido, consideran que el foco que se está poniendo sobre la convivencia en estas fechas “es un ejercicio de victimismo de las autoridades, que parecen pretender que ni siquiera se pueda señalar su responasbilidad en el empobrecimiento y autoritarismo crecientes cuando salen a hacer gala de su posición de poder”. Y añaden: “esto es una cuestión que va mas allá de los Sanfermines; la posibilidad de una convivencia respetuosa entre la clase trabajadora y los responsables de su explotación y empobrecimiento es cuanto menos cuestionable en una sociedad dividida en clases con intereses contrapuestos”.

Para terminar, el Sindicato de Vivienda ha querido subrayar que “hay quien pretende dejar fuera de las fiestas la política que se hace al margen de las instituciones, reduciendo cada vez más el margen para la protesta”. En contraposición, defienden que “la denuncia política debe estar presente también en el entorno festivo, como lo ha estado desde antaño”, y concluyen que “frente a la creciente criminalización y represión de la protesta que hemos podido observar durante los últimos años en Sanfermines, nos reafirmamos en la necesidad de seguir llevando nuestras reivindicaciones a la calle, y de señalar responsabilidades cuando lo consideremos oportuno, pues esa es la única vía que tenemos para hacer política quienes nos organizamos al margen de los empresarios y los profesionales de la política”.
 

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