La nueva sala de reuniones ubicada en la tercera planta llevará el nombre de Josefa Molera Mayo, en reconocimiento a su destacada trayectoria científica. La decisión se tomó el pasado mes de junio tras un proceso de consulta interna entre el personal del edificio, quienes pudieron votar tanto de manera presencial como en línea para elegir entre siete candidatas navarras que han dejado huella en diversos ámbitos.
Josefa Molera Mayo (1921-2011), nacida en Isaba, fue una pionera en el ámbito de la química, especializada en cinética química y técnicas analíticas de cromatografía. Es reconocida por haber construido uno de los primeros cromatógrafos de gases en España y por su contribución al avance científico con premios como el Alfonso X el Sabio del CSIC y la Medalla de Química de la Real Sociedad Española de Física y Química.
El proceso de votación, llevado a cabo a través del portal de participación ciudadana «Participa Navarra» y una urna habilitada en el edificio, contó con la participación de 66 personas. Josefa Molera Mayo obtuvo 15 votos, superando por un estrecho margen a la socióloga Conchita Corera Oroz, alma mater de la UPNA, quien recibió 14 votos, y a la pedagoga María Ana Sanz, que obtuvo 11.
El director general de Presidencia, Joseba Asiain Albisu, agradeció la implicación del personal del Palacio en este ejercicio democrático y destacó la importancia de poner en valor la figura de mujeres navarras que han sido referentes en sus respectivos campos.
Con este nombramiento, el Palacio de Navarra no solo reconoce la aportación científica de Molera, sino que también contribuye a visibilizar el papel de las mujeres en la historia y la sociedad navarra. Este acto se suma a la ya existente Sala Joaquín Elizondo, ubicada en la planta baja del edificio, fortaleciendo el compromiso de igualdad en el reconocimiento de figuras relevantes de la Comunidad Foral.
Breve biografía de María Josefa Molera
Maria Josefa Molera Mayo nació en 1921 en Isaba. Completó su formación universitaria en Ciencias Químicas en Madrid, donde también desarrolló parte de su carrera científica, vinculada profesionalmente al Instituto de Química-Física Rocasolano del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Sus estancias posdoctorales en el Physical Chemistry Laboratory de la Universidad de Oxford y en la Universidad de Sheffield, le permitieron transferir un conocimiento de vanguardia en España, sobre todo en los estudios de cinética química, como las novedosas técnicas de fotólisis de destello o de cromatografía de gases, ámbito, este último, en el que se constituyó como un referente internacional.
María Josefa Molera Mayo desarrolló una trayectoria de excelencia, sobre todo en las áreas de la cinética, fotoquímica y cromatografía. Fue una mujer científica referente a nivel nacional, que también contó con el reconocimiento internacional. Entre otros premios, recibió el Premio Alfonso X el Sabio del CSIC, el Premio Perkin-Elmer y la Medalla de Química de la Real Sociedad Española de Física.
