PAMPLONA, 8 (EUROPA PRESS)
El Gobierno foral, en su sesión de este miércoles, ha acordado conceder la Cruz de Carlos III a siete personas por su contribución al desarrollo de Navarra. Se trata del médico psiquiatra Vicente Madoz; el biólogo Oihan Iturbide; el autor y director teatral Alfredo Sanzol; el pintor, escultor y grabador Antonio Eslava; el levantador de piedra Iñaki Perurena; la matrona Patxuka de Miguel; y la periodista Judith Torrea.
Los decretos forales de concesión han sido aprobados por el Ejecutivo foral en su sesión de este miércoles, con las que otorga un reconocimiento público a la «destacada contribución» de estos navarros y navarras al «desarrollo, la proyección y el prestigio de la Comunidad foral, desde el ámbito de sus respectivas actividades». La entrega de las medallas tendrá lugar el próximo 27 de marzo en un acto en el Salón del Trono del Palacio de Navarra.
LOS PREMIADOS
Vicente Madoz Jaúregui (Pamplona, 1939), médico psiquiatra es miembro fundador de la Fundación Argibide (Fondo Navarro para el Desarrollo de la Salud Mental) y se ha dedicado fundamentalmente a tareas asistenciales en centros psiquiátricos, sociosanitarios y asociaciones. Ha ejercido la docencia en la Universidad de Navarra y en las Escuelas Universitarias de Enfermería y Trabajo Social.
Oihan Iturbide Aranzadi (Pamplona, 1977), graduado en Biología por la Universidad de Navarra, máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental, editor, colabora en varios medios de comunicación con artículos de opinión y ciencia y lleva la dirección de Next Door Publishers, editorial dedicada a la divulgación de la ciencia. Además, dirige la Fundación María Aranzadi, entidad que «da apoyo a familiares y pacientes adictos y para la difusión de información sobre el trastorno de adicción, con el objetivo de eliminar el estigma asociado a ella».
Alfredo Sanzol Sanz (Pamplona, 1972), autor y director teatral, desde 2020 dirige el Centro Dramático Nacional. Caracterizada «por el uso del sentido del humor un estilo y estructura dramática propias», sus obras «van de lo local a lo universal, con habituales guiños referencias a Navarra, sus gentes, sus costumbres y paisajes».
Por su parte, del pintor, escultor y grabador Antonio Eslava Urra (Pamplona, 1936) el Gobierno de Navarra destaca su trayectoria artística y humanística «mutilidisciplinar», su «labor de formación de varias generaciones de artistas, además de su generosidad con la Comunidad foral».
Sobre el harrijasotzaile (levantador de piedra) Iñaki Perurena Gartziarena (Leitza, 1957) el Ejecutivo subraya su «defensa y difusión del deporte rural-herri kirolak, así como de las distintas modalidades de la cultura vasca, plasmadas en el museo familiar Peru-Harri y desarrolladas en otras actividades profesionales».
En el caso de la periodista Judith Torrea Oiz (Ilarregi-Ultzama, 1973), el Gobierno ensalza su trayectoria periodística «volcada en la defensa de los derechos humanos y su denuncia de la violencia, en especial de la ejercida por grupos violentos contra las mujeres en la frontera entre México y Estados Unidos».
De la matrona Patxuka de Miguel Ibáñez (Pamplona, 1961), el Gobierno de Navarra valora su «destacada trayectoria científica y humanística, que ha permitido recuperar el testimonio de la vida de en las generaciones que nos antecedieron y especialmente de las mujeres».
DISTINCIÓN CREADA EN 1997
Las siete personas galardonadas recibirán la Cruz de Carlos III el día 27 de marzo en una ceremonia presidida por la presidenta de Navarra, María Chivite. La Cruz de Carlos III el Noble fue creada en 1997 por el Gobierno foral para otorgar reconocimiento público a personas y entidades «que han contribuido de forma destacada al progreso de la sociedad navarra o a la proyección exterior de la Comunidad».
El galardón toma el nombre de Carlos III el Noble, monarca «que destacó entre el conjunto de los reyes de Navarra por su talante pacífico y conciliador, por sus iniciativas a favor de la Cultura y el Arte, y por el establecimiento de relaciones de paz y amistad con las demás cortes europeas».
La condecoración consiste en una cruz esmaltada, en la que se reproduce la efigie sedente de Carlos III del real sello céreo conservado en el Archivo Real y General de Navarra. La cruz está circundada por la leyenda ‘Karolus regis navarre’. En el reverso figura el escudo de Navarra sobre la expresión ‘Comunidad Foral de Navarra’ y la leyenda ‘Cruz de Carlos III el Noble de Navarra’.