Este sábado, 30 de noviembre, unas cuarenta personas nacidas en 1974, los «quintos del 74», se han dado cita en Berriozar para conmemorar su 50 cumpleaños con una jornada marcada por los recuerdos y la convivencia. La celebración, que surgió gracias a la iniciativa de una de ellos, ha reunido a amigos y compañeros de una época en la que el colegio comarcal Mendialdea marcaba los días escolares en un pueblo muy diferente al que conocemos ahora.
La jornada comenzó a mediodía con un vermú animado, en el que las anécdotas, los chascarrillos y las historias de la Berriozar de antaño inundaron las conversaciones. No faltaron las menciones a lugares emblemáticos y vivencias compartidas que siguen presentes en la memoria de los asistentes.
Tras el vermú, el grupo se dirigió al restaurante 101 de Berriozar para disfrutar de una comida que promete prolongar la fiesta con charlas interminables y nuevas anécdotas que sumar al álbum colectivo. Aunque muchos de los asistentes continúan viviendo en el municipio y en otras partes de la Comarca de Pamplona, otros han regresado expresamente desde distintas partes del país para no perderse esta celebración tan especial.
Para todos y todas, el reencuentro supone no solo una ocasión para festejar medio siglo de vida, sino también para revivir la esencia de un tiempo en el que Berriozar era más pequeño, pero sus vínculos eran igual de sólidos que hoy. Tras la comida, el espíritu festivo continúa, con planes abiertos a lo que surja. Lo importante es disfrutar del momento, como hacían hace decenas de años.
Con este emotivo encuentro, los quintos de 1974 demuestran que los lazos del pasado siguen vivos, uniendo generaciones y recuerdos en una jornada que quedará en el corazón de todos los presentes.