La seguridad de los bebés y los niños en el agua es un tema que preocupa a muchos padres de cara a la época estival. Cuando llega el verano, se busca cómo conseguir la máxima seguridad en la playa o en la piscina para los hijos. En este contexto, surge la duda de qué dispositivo de flotación es el más adecuado: flotadores, manguitos o chalecos flotadores. Tutete, tienda online especializada en puericultura ligera, ofrece una amplia variedad de opciones seguras con las últimas innovaciones del mercado para facilitar la elección de los padres de cara al buen tiempo.
¿Cuál es el mejor sistema de flotación para los bebés?
Dentro de las medidas que propone la Asociación Española de Pediatría y el Ministerio de Sanidad para prevenir los ahogamientos y sus consecuencias, se encuentra la de usar chalecos flotadores como sistema de flotación en niños que no saben nadar, tanto si están en el agua como si están jugando cerca de ella.
A diferencia de otros dispositivos como los manguitos o la burbuja, los chalecos flotadores (que no salvavidas) están elaborados con un material no inflable, por lo que no existe el riesgo de que se deshinchen o se pinchen, proporcionando mayor protección al pequeño dentro del agua. Por otra parte, el diseño del chaleco es muy compacto, impidiendo, a diferencia de los manguitos que pueden deslizarse por los brazos, que los niños puedan quitárselos sin la ayuda de un adulto.
Es importante tener en cuenta que además de que los pequeños utilicen sistemas de protección adecuados, es necesario que siempre estén bajo la supervisión de un adulto.
Aspectos importantes al elegir un chaleco flotador para niños
Lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de adquirir artículos de playa como el chaleco de flotación es que haya pasado todos los controles necesarios y cuente con la certificación que acredite que es seguro. De esta forma se sabrá que se está comprando lo que exactamente se está buscando.
Por otro lado, se debe adquirir la talla correcta. Un chaleco más grande de lo necesario no solo no ayudará al niño, sino que además, se convertirá en un elemento peligroso. Podría quedar ancho, no permitir movilidad y agobiar al niño por lo que el resultado sería el contrario al que se busca. En Tutete siempre recomiendan medir el contorno del pecho del niño para saber la talla, por eso en cada uno de sus productos se encuentran detalladas las medidas en centímetros.
El material con el que está fabricado también es importante. Un chaleco flotador debe estar realizado en textiles que no absorban agua para que garantice su flotación. Uno de los textiles más seguros y confortables es el neopreno. Además, para que cumpla su función, el relleno debe ser de espuma, en este caso se recomienda que sea de EPE como los de Tutete. Son espumas que resisten muy bien la humedad y la temperatura evitando su deterioro. Además, responden muy bien a la amortiguación porque son más elásticas y flexibles que otras.
Por último, hay que tener en cuenta que los chalecos de flotación son un apoyo a la autonomía en el baño del niño. No son chalecos salvavidas, por eso es necesario recordar que sea cual sea su nivel de natación o destreza, debe estar siempre acompañado de un adulto cuando se encuentra en el agua.