El inspector querellante asegura que fue represaliado tras investigar a Villarejo
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El ex responsable de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía Nacional Eugenio Pino ha negado este jueves en su declaración ante el Juzgado de Instrucción Número 49 de Madrid cualquier acoso al que fuera ‘número dos’ de la Unidad de Asuntos Internos Rubén Eladio López en el marco de la llamada ‘guerra de comisarios’ que se desató a raíz de la ‘Operación Nicolay’.
Pino ha acudido a declarar en condición de investigado por una querella presentada en 2018 por López contra altos cargos policiales durante la época de Jorge Fernández Díaz y Juan Ignacio Zoido al frente del Ministerio de Interior a los que acusa de haberle acosado y represaliado por sus investigaciones en torno a Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el ‘Pequeño Nicolás’, y al entonces comisario José Manuel Villarejo.
El ex DAO, que se ha limitado a contestar las preguntas de su abogado, del fiscal y de la juez Josefa Bustos en una declaración que ha durado apenas media hora, ha negado haber sometido a López a cualquier tipo de acoso en el contexto de su actividad laboral, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
Así, de acuerdo con las mismas fuentes, ha precisado que, aunque firmó el cese de López, porque creía que había grabado una conversación entre él y Villarejo, lo revocó cuando se dio cuenta de que no había sido este inspector.
Los hechos se remontan a octubre de 2014, cuando la Unidad de Asuntos Internos dirigida por Marcelino Martín Blas empezó a investigar al ‘Pequeño Nicolás’, tras conocerse que se hacía pasar por un alto cargo, para determinar si había contado con la colaboración de efectivos policiales. La ‘Operación Nicolay’ se encomendó al Grupo IX, encabezado entonces por López.
Conforme a la querella, a la que ha tenido acceso Europa Press, tras la detención de Gómez Iglesias, éste se refirió expresamente a Villarejo y, en el registro de su vivienda, se encontró documentación relacionada con el comisario en la que se detallaban reuniones. Según este relato, el desarrollo de la investigación permitió acreditar el nexo entre el ‘Pequeño Nicolás’ y Villarejo y la vinculación de ambos a «hechos de naturaleza criminal junto a terceros».
En ese momento, de acuerdo con la querella, fue cuando Villarejo, sirviéndose supuestamente de una serie de miembros de la cúpula policial, entre los que estaría Pino, intentó sabotear las investigaciones de López, «boicot que con el tiempo se revelará como una acción conjunta realizada por quienes se constituyeron en organización o grupo criminal destinado a presionar, coaccionar y, en definitiva, acosar y represaliar al inspector».
La querella apunta a presuntos delitos de acoso laboral, organización criminal y ocultación de pruebas, entre otros, y acusa a Pino, Villarejo, al inspector José Ángel Fuentes Gago y al actual jefe de Asuntos Internos, Francisco Javier Migueláñez, además de a otras personas, como el propio Gómez Iglesias o la mujer de Villarejo.
NUEVO IMPULSO JUDICIAL
La Audiencia Provincial reactivó el caso, que prácticamente estaba estancado desde la presentación de la querella, en un auto del pasado 1 de febrero con el que ordenó a la juez citar a los querellados como investigados, estimando así un recurso de apelación interpuesto por López, actual director de Emergencias, Coordinación y Gestión de Crisis del Ministerio de Fomento.
La instructora se había amparado en la «complejidad» de la querella y en «la existencia de numerosos procedimientos judiciales» sobre los hechos referidos en la misma, aduciendo que era necesaria «una minuciosa delimitación» para evitar una «doble instrucción», así como en el colapso provocado por la pandemia de coronavirus.
La juez había acordado, «una vez recibidos los distintos testimonios de los varios juzgados», citar a López para «prestar declaración en calidad de perjudicado y para que concrete determinados extremos de la querella».