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El Museo Arqueológico de Córdoba expondrá desde el 25 de febero un tesoro con 623 piezas de joyería andalusí

CÓRDOBA, 18 (EUROPA PRESS) La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, ha presentado este jueves en el Museo Arqueológico de Córdoba un tesoro de joyas andalusíes del […]

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CÓRDOBA, 18 (EUROPA PRESS)

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, ha presentado este jueves en el Museo Arqueológico de Córdoba un tesoro de joyas andalusíes del siglo XI, compuesto por un total 623 piezas.

Del total, 98 de ellas son de oro, plata y plata sobredorada, 14 cuentas de piedras duras (cuarzo y cristal de roca), cuatro cuentas cilíndricas de coral rosa, 31 cuentas cilíndricas de pasta de vidrio y 476 aljófares (perlas irregulares).

Del Pozo ha explicado que «este excepcional conjunto», ya denominado ‘Tesorillo de la Amarguilla’, al tomar el nombre de la finca donde fue hallado, se expondrá desde el próximo 25 de febrero en el Arqueológico de Córdoba, dentro de las actividades conmemorativas de los diez años desde de la apertura de su actual sede.

La consejera ha explicado que «este tesoro, por la calidad, la cantidad y el estado de conservación de las piezas, no es uno de los mejores de los 16 conocidos, sino el mejor, de ahí que hoy sea un día de rotunda felicidad para el patrimonio cordobés y andaluz», y este conjunto de piezas, según ha añadido, «conecta con ese legado histórico en el que se basa uno de los pilares fundamentales de la economía cordobesa: el sector joyero y platero de la ciudad».

El tesoro fue hallado hace un año en la finca ‘La Amarguilla’, en el término municipal de Baena (Córdoba), y depositado en el Museo Arqueológico de Córdoba mediante acta de entrega por parte del Cuerpo Nacional de Policía adscrito a la comunidad autónoma de Andalucía. Desde esa fecha, las piezas del ‘Tesorillo de La Amarguilla’ se han sometido a un minucioso proceso de restauración, para recuperar la integridad de las mismas, garantizar su estabilidad y permitir su exposición, además de profundizar en el conocimiento del mismo.

A este respecto, «el estudio de las piezas ha permitido situar cronológicamente el conjunto en los comienzos del siglo XI, y con probabilidad es el resultado de una ocultación hecha en tiempos de convulsiones políticas y militares, durante la ‘fitna’ (guerra civil) de finales del Califato Omeya», según ha avanzado Del Pozo, quien ha estado acompañada por la secretaria general de Innovación Cultural y Museos, Mar Sánchez Estrella; el delegado del Gobierno andaluz en Córdoba, Antonio Repullo, y la delegada de Cultura de la Junta en Córdoba, Cristina Casanueva.

En el ‘Tesorillo de la Amarguilla’ destacan, en primer lugar, dos pares de ajorcas, uno para las muñecas y otro, más grande, para los tobillos o los brazos. Las cuatro piezas son cilíndricas, con los extremos apuntados simulando cabezas de aves en las pequeñas y conos simples en las mayores y el cuerpo formado por una cinta plana torcida.

También destacan dos pares de arracadas de filigrana de oro, un par de forma acampanada y otro de contorno ligeramente semicircular invertido. Muy cercana a estos dos pares de arracadas está otra pieza de filigrana de oro, de contorno circular, que no conserva, si lo tuvo, enganche o elemento de suspensión, por lo que no se puede concluir si es arracada, aplique o colgante de cuello. La técnica de elaboración es idéntica a la de las arracadas, aunque quizá más delicada. En el interior del anillo hay una gran estrella de seis puntas construida con dos triángulos.

Estas piezas son el rasgo más excepcional del ‘Tesorillo de La Amarguilla’, dado que por primera vez ha aparecido el conjunto completo (dos pulseras y dos tobilleras o brazaletes). Además, la pieza que contiene la estrella de seis puntas se trata de un caso único; no existe nada parecido, ni en los tesoros conocidos ni entre las joyas dispersas. Este hecho confiere al conjunto un extraordinario valor añadido de cara al avance en el conocimiento de la joyería andalusí.

Otra gran pieza de oro, cercana en técnica a las anteriores, es una placa en forma de almendra, cuyo centro lo ocupa un círculo destinado a insertarle un cabujón, hoy perdido. También es reseñable el conjunto de 14 brácteas (apliques que se cosían a vestidos o tocados), también de oro. Son todas iguales y conservan su cabujón central, los cual es excepcional. En ocho, el cabujón es blanco transparente; en las otras seis es de color azul.

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