Aquilino Alonso inaugura las 12 Jornadas Andaluzas Salud Investiga y destaca que el «verdadero motor» del proyecto de I+i son los profesionales
La Junta de Andalucía destinará 88 millones de euros en 2017 a las políticas de investigación e innovación en salud. Así lo ha destacado el consejero, Aquilino Alonso, durante la inauguración de las 12 Jornadas Andaluzas Salud Investiga, donde ha recordado que el Gobierno andaluz «prioriza las políticas de I+i en Salud por parte de la Junta de Andalucía y esto se refleja en el incremento, año tras año, de los presupuestos dedicados a ellas». Concretamente, en 2016 se destinaron 75,1 millones de euros y 72,6 en 2015.
El consejero ha destacado que, con este presupuesto, se pretende «consolidar los proyectos priorizados en el momento actual y emprender nuevas líneas estratégicas, gracias a la incorporación de personal investigador y técnico de apoyo; a la captación de talento internacional para el Programa Andaluz de Investigación Clínica, o a la ampliación de la Red de Institutos de Investigación Biomédica, con el Instituto de Cádiz». De esta manera se «incentiva la generación de ingresos propios, de modo que dos tercios de las cuantías previstas proceden de convocatorias competitivas, ensayos clínicos y retornos de la actividad investigadora de los centros».
Por tanto, ha anunciado que durante el próximo año se va a renovar la Iniciativa Andaluza de Terapias Avanzadas (2017-2021), se impulsará un Programa de Innovación en el Sistema Sanitario Público andaluz y, también, un Programa de Medicina Personalizada, a partir de los avances conseguidos en genética, genómica y terapia celular.
El máximo responsable de la sanidad pública ha insistido en que la «financiación de la investigación en Andalucía es realmente una inversión y no gasto» y ha resaltado que es una inversión que está «contribuyendo netamente a la sostenibilidad del sistema sanitario público de Andalucía, a generar empleo de alta cualificación y a movilizar tejido empresarial, gracias al conocimiento generado por los equipos sanitarios andaluces».
Los profesionales, el «verdadero motor» de la I+i
El consejero de Salud ha señalado que el «verdadero motor» del proyecto de I-i en Salud de Andalucía son los profesionales que han «optado por trabajar en la sanidad pública» y se ha referido al Programa de Desarrollo del Capital Humano de la Consejería como «inversión clave» ya que se trata de una iniciativa para consolidar el tejido investigador en el sistema sanitario público y orientar la actividad asistencial hacia la investigación. Concretamente, la Administración sanitaria ha destinado más de 24 millones de euros desde 2012 en facilitar que los profesionales del sistema sanitario público desempeñen proyectos en investigación, ya que reciben refuerzo para sus tareas clínicas. Andalucía ha sido la única comunidad autónoma que ha mantenido un programa de este tipo durante la época de crisis.
Con estas ayudas, y con las convocatorias de ayudas a la investigación biomédica y de ciencias de la salud a nivel andaluz, nacional e internacional, ya han sido 223 profesionales los se han beneficiado de acciones de intensificación, en 170 Unidades de Gestión Clínica.
A estas acciones se suma el programa Nicolás Monardes, para la estabilización de investigadores de alto nivel y captar talentos en el sistema que permite el desarrollo de investigación traslacional de alto nivel vinculada a las Unidades de Gestión Clínica, y, por tanto, la incorporación directa de los resultados a la práctica clínica. Desde 2012, se han concedido 34 ayudas dentro de este programa, por valor superior a los ocho millones de euros.
Casi 1.900 estudios clínicos activos
El titular de Salud ha señalado que el esfuerzo realizado en los diez últimos años se ha traducido en una «evolución de los indicadores de resultado en el sistema sanitario público de Andalucía». A 31 de octubre de 2016, hay 1.850 estudios clínicos activos, de los cuales 418 son nuevos y 84 son independientes.
En el seno del sistema sanitario se han creado cinco unidades de investigación clínica en fases tempranas, espacios especializados destinados, concretamente, al desarrollo de ensayos clínicos en fase I y II (las primeras etapas de la investigación con un fármaco en pacientes sanos y enfermos). Estas unidades son fruto del compromiso de la Consejería de Salud con las investigaciones de este tipo de estudios, ya que estas etapas iniciales permiten ofrecer tratamientos innovadores en fases muy tempranas a pacientes con patologías que carecen de alternativa terapéutica. Las investigaciones en estas fases aportan, además, un destacado conocimiento científico, ya que suelen arrojar resultados de gran valor para el desarrollo del proyecto. Andalucía ocupa la cuarta posición en número de unidades de fase I/II después de Madrid, Cataluña y Valencia
Además, en el campo de las terapias avanzadas, actualmente hay 24 ensayos clínicos en distintas fases de ejecución y en el ámbito de diversas patologías. Aquilino Alonso ha destacado que la realización de estudios clínicos en los centros sanitarios públicos está «facilitando el acceso a tratamientos innovadores a personas que ya no tienen otra opción terapéutica».
Asimismo, se ha incrementado la producción científica y su impacto en un 21% entre 2012-2015, así como la participación en proyectos internacionales con la adquisición de 55 ayudas y los estudios clínicos realizados en centros sanitarios públicos.
En estos años, el SAS se ha incorporado de forma muy significativa a la primera línea de registro de patentes, siendo ya la quinta entidad española y la primera en el sector salud, según el Informe de la Agencia Española de Patentes, con 748 registros de propiedad intelectual e industrial desde 2009 y 475 registros entre 2012-2015. Asimismo, entre 2012 y 2015 se ha dado apoyo a la creación de 14 ‘spin off’ constituidas por profesionales de la sanidad pública andaluza.
Asimismo, se han cerrado 79 de acuerdos con empresas, que están permitiendo la explotación de las invenciones realizadas, así como el retorno de la inversión y la creación de 224 puestos de trabajo.