Osasuna necesitaba una noche así en El Sadar. Un triunfo sólido, un respiro emocional y una muestra de carácter. Tras el 2-0 ante el Levante, Alessio Lisci ha comparecido en sala de prensa visiblemente satisfecho y, sobre todo, orgulloso de la respuesta de su equipo en un partido que definió como “de verdad”, de esos que disfrutan los entrenadores que viven cada detalle desde la tensión.
“Es un partido siempre diferente contra el Levante… hoy había que ganar y no había espacio para los sentimientos”, comenzó Lisci, quien no olvidó su pasado granota y aprovechó para desear “suerte al Levante en lo que queda de liga”. El técnico reconoció que este tipo de encuentros le estimulan especialmente: “No sé por qué, pero estas semanas de tensión, de partidos de verdad, me encantan, me mola muchísimo”.
El primer gol llegó tras un rebote favorable, algo poco habitual este curso. Lisci lo celebró como un síntoma de cambio: “Hoy hemos tenido esa suerte de que el balón le rebote en la espalda y vaya para dentro… y no sean todos en contra”.
El 2-0 llegó en el peor momento rojillo
El propio entrenador admitió que el segundo tanto apareció cuando el equipo sufría más: “Cuando mejor estaba el Levante es cuando llega el 2-0”. Un golpe que, a su juicio, demuestra madurez competitiva: “A veces no estás cómodo, pierdes campo… pero tienes que tener la fe de que también se puede marcar así”.
Más allá del resultado, Lisci subrayó el valor emocional de la victoria: “Es mucho más que los tres puntos. El equipo lo necesitaba y se lo merecía”.
Un ajuste táctico difícil de comunicar en un ambiente atronador
El técnico explicó con detalle cómo Osasuna corrigió problemas defensivos causados por los movimientos rivales en la banda izquierda. “Hemos perdido campo… el partido llevaba mucha velocidad y era difícil parar para explicarlo”, señaló. El descanso fue clave para reorganizar: “Lo hemos corregido y ya no han entrado por ahí”. La atmósfera de El Sadar complicó las instrucciones: “Había un ruido de locos… era muy difícil la comunicación”.
Cambio de actitud y madurez en los duelos
Lisci destacó la inteligencia competitiva del equipo, especialmente en las disputas y las faltas tácticas: “Hemos sido más listos en la gestión de las faltas… los rivales no nos dejan correr nunca”. Pero, por encima de todo, resaltó la actitud: “Era un partido que se iba a ganar más a base de actitud… y así ha sido. Cuando estás abajo, sales de ahí de esa forma”.
Lesiones, cambios inesperados y una plantilla unida
La noche dejó varios jugadores tocados, aunque sin gravedad aparente. “Ha habido cambios un poco random, por lesiones o porque me pedían el cambio rapidísimo”, admitió. Sobre Boyomo, el más afectado, avisó: “Probablemente estamos más preocupados por él que por Aimar… tiene una molestia en la rodilla ”.
En cuanto al ambiente del vestuario, Lisci se mostró entusiasmado: “estamos todos súper unidos, todos vamos a la misma… me encanta”. Destacó el gesto colectivo tras una acción de Becker: “Cuando un jugador pone de su parte, el equipo lo refuerza… me ha encantado ese gesto”.
¿Fichajes? “Ahora mismo me da igual”
Preguntado por el mercado de invierno, fue tajante. “Hasta que no empieza el mercado, no es mi problema. Somos estos y con estos tenemos que competir”.
Una victoria que también libera al técnico
Lisci, siempre prudente, quiso restar protagonismo personal: “A mí lo que me importa es que Osasuna gane. La plantilla y Osasuna están al mismo nivel, y luego vengo yo”. El Sadar necesitaba una noche así. Y su entrenador también. Osasuna respira y mira hacia adelante con la sensación de haber recuperado algo más que puntos: su convicción.
